martes, 3 de junio de 2008

Querida Abuelita:

El otro día me preguntaste cómo estaba la educación en el país y yo no supe qué responderte, por miedo a desilusionarte. Preferí escribirte esta carta para registrar mi opinión, porque no me basta sólo con salir a gritar a las calles (porque sí lo he hecho). Tampoco me basta con informarme porque sé que somos pocos los que tenemos acceso a la información no manipulada, como es la que consumes tú desde la tele, inocentemente. Y por último, te escribo porque prefiero ser yo la que te cuente cuentos.

Tengo tantas cosas que contarte. En la Universidad, después de casi tres semanas de paro, ayer comenzó la toma. Y no somos los únicos. Todo porque a los que nos manejan se les ocurrió crear una Ley General de la Educación (LGE) en lugar de la LOCE. Esta ley tiene otro nombre, pero en esencia es lo mismo de antes. Promueve y avala lo mismo por lo que yo luché y me comprometí (como muchos) a eliminar, hace dos años: el lucro. Todavía no la aprueban en el congreso, sin embargo, el trámite tiene carácter de suma urgencia. La LGE, sólo por darte un
ejemplo, mantiene la municipalización, mantiene el sistema impuesto por la dictadura militar y sus economistas, en donde las municipalidades se hacen cargo de los colegios públicos, administrándolos. ¿Tú conoces Las Condes, cierto? ¿Te puedes imaginar todo el ingreso que tiene esa comuna por efectos de impuestos, cierto? Y así como conoces Las Condes, también debes conocer a esas comunas azotadas por la pobreza, los campamentos, la drogadicción y la delincuencia. ¿Tú te imaginas el dinero que invierten esas municipalidades en la educación? Pucha que da rabia.

Hace poco los resultados del simce demostraron (otra vez) la terrible brecha que existe entre los colegios públicos y privados. Paralelo a esto, el consejo asesor dispuesto por el gobierno para analizar el futuro de la educación chilena no es más que “un grupo de expertos que tiene influencias en distintos sectores del país”, como dijo Harald Beyer, integrante de dicha comisión. Y así es como suman y siguen los motivos para seguir movilizándonos.

Abuelita, no te puedo pedir que apagues la tele. Sé que como tú, hay muchas personas que ven en el televisor una compañía que además, los mantiene conectados con el mundo. Lo que sí te quiero pedir es que no les creas todo lo que hablan. Los noticieros muestran las realidades que a ellos les conviene mostrar. Es un sistema dominado por la clase política que maneja a Chile, pero esas cosas nunca saldrán a la luz pública, por supuesto.

La verdad no está en la tele, abueli, está en los hechos mismos; en la calle, en las micros y en las salas de clases, en este caso. No te quiero convencer de nada, yo sé que a tus 92 años sigues con las antenas bien paradas, por eso sólo te quiero pedir que dudes. Cuestiona todo lo que escuches o veas, porque las noticias son tergiversadas y no quiero que vivas pensando que los estudiantes somos unos rebeldes sin causa. En los estudiantes hay conciencia, hay esperanzas y hay luchas, pero eso no lo pasan en la tele…

"Por supuesto que rechazo el lucro a la educación, las platas de educación tienen que ser transparentes, el fin es la educación y no otros propósitos. Tenemos que fortalecer la educación pública". Por Mónica Jiménez de la Jara, Ministra de Educación para el diario La Tercera, 29/04/2008

2 comentarios:

soylacomadre.ja dijo...

.- pobre de tu abuelita,
se tiene que enterar
de como está la "vida"
por estos lares :(.
Gracias littlegirl :)
cuando sea el tuyon
te saludaré
también,
porque lo que es yeminiano
es buenon-.

Nat González dijo...

Yo no me qejo, en realidad todo el día pero no me siento digna d eopinar siendo que mi mensualidad va a dar a manos de bush y su apollo group, me quería morir cuando en verano supe que habia sido vendida a ese señor... pero ¿lo bueno? un carrito de nuts 4 nuts solo para nosotros.
Mejor tomarselo con calma y aprovechare de ser la unica escuela de audiovisual con tranfesr de celuloide a digital y cámaras hd de última generación y muuuuchos macs.